Este cronista no sabe bien qué
resultado se dió (¿8-3? para los oscuros, gol arriba, gol abajo así
fue) ni los goleadores: recuerdo dos de Dani nuevo para los blancos;
uno de Dani Cub, dos, al menos, de Pedro y uno de Felix (¡olé!)
para los oscuros; igual podéis escribir y ajustamos esto: no no hubo
ni servilletas: el tercer tiempo se dedicó exclusivamente a otro
tema, como al final veremos.
Un partidillo extraño, anoche.
Estábamos muy solos. A pesar de lo cual nos lo montamos. Nueve
éramos; la de cosas que pueden hacer nueve tipos juntos, pero no
jugar al futbito. La solución fue dejar a uno fuera y dejar que los
porteros se airearan por el campo haciendo de pivote; porteros
delanteros y a marcar desde dentro de la línea de puntos.
Dimos la bienvenida a Dani, que jugó
blanco y que no sabemos si fue avisado de la carga que eso implica:
abonar un jamón, un jamonazo, una pata chula de cochino que
lonchearemos parodiando a continuación a la prota de V cuando se
ingería los ratones. Porque, ahora lo veremos, la cosa está hecha.
El partido era raro pero tuvo su aquel,
fue la quinta esencia del ataque posicional, muy posicional. Los
oscuros formaban una defensa de tres, Pedro, Jesús y Dani, paralela
y pegada a la otras veces invisible línea blanca rayada,
interrumpida; ayer todos parecíamos tener en ella los ojos, y el
ejercicio nos sirvió a unos y otros: esa línea paralela de defensas
frente a una delantera que, lógico, también atacaba en bloque y
avanzaba a ritmo de paseo callejero, así cuando todos nos
encontrábamos a un metro de distancia todo se paraba: ¿y ahora qué?
Alguno se movía, y sobre todo se utilizaba al cuarto hombre
(G.Greene +1) como pivote, al portero delantero, mientras las
defensas ejercían una alternancia dejando hombres y siguiendo a
otros; y en esto la defensa oscura parece estar mejor engrasada.
Afianzados ahí, los ataques en el otro
lado tenían una carácter bastante similar, cierto que los oscuros
parecían combinar mejor, porque regatear anoche era puro peligro,
mientras que con un cierto movimiento de desmarque y devolviendo la
pelota fácil todo parecía más sencillo en la delantera; esto
permitió que el pivote, portero delantero, etc, de los oscuros,
Félix, recibiera quizá la pelota en circunstancias más fáciles
que su equivalente en los blancos, Juanito Rybadeneira -qué gran
apellido-, permitiendo que su mayor fluidez en el movimiento del
balón frente ala portería contraria, junto a algunos desajustes
defensivos, que anoche eran más imperdonables que nunca, tan pocos
éramos y tanto hueco, a pesar de los esfuerzos, había, hizo que
tras algunos tramos igualados los oscuros tomaran una distancia que
se mantuvo estable hasta el final.
Hubo también su poquito de pique, su
discusión de alguna falta, su paso adelante, su paso atrás, algo de
la marrullería sevillista ya conocida en estos duelos, pero que se
deshizo dado que siendo tan pocos pelearse era doblemente ridículo,
y en fin, que un pique no está mal, pero una pelea no está nada
bien, anoche no la hubo, pero sobrevoló por encima de las extrañas
canastas que esperemos nunca caigan sobre nuestras cabezas.
Al comienzo del nano match Jorge
aseguraba que el partido por supuesto que valía para nuestro torneo;
una vez resuelto desfavorablemente para sus intereses no sacó más
el tema: Pedro reclamó que, bueno; si nos ganaban los tres partidos
que quedan y empatan se activara este partido comodín como victoria
nuestra, oscura: es decir, que más o menos parece que el torneo
acabó anoche con victoria oscura. Siempre es mejor que el torneo del
jamón tenga tintes oscuros, o patas, negras; y el de la gamba sea
más blanca y onubense. En fin.
El tercer tiempo fue bien divertido con
un tema central que se exprimió que parecíamos sofistas atenienses:
la paja (pero la opuesta al suicido: la hecha por mano ajena), la
mamada (se planteó la acrobática y espeluznante situación de la
mamada autoinfringida, pero afortunadamente se descartó con rapidez)
y alguna otra combinatoria sobre el jugoso tema.
Hubo alguna mención para la fiesta de
navidad a la que Jorge nos invitó a todos, con sus sexy clean,
las chicas de su empresa de limpieza y el tema suena bien, y hablo
especialmente de una llamada Jessy que parece dar grandes alegrías
al bloque donde trabaja; y que invita a un cubata a quien vaya,
lástima que no recuerde cuando dijo que era, ni qué bar junto a la
calle calatrava dijo que era, de nuevo, si alguien se acuerda que
añada información -solo recuerdo la cara de Carroza preguntando ¿y
a qué hora es, y a qué hora es? Y a Jorge dando largas.
De pocos otros temas se habló, y el
tema dio para todo tipo de chascarrillos y recuerdos de los
integrantes de la tertulia y para la amenaza de Pedro de contárselo
a Alberto cuando venga: ni servilleta, ni política, ni fútbol, ni
cultura ni arte ni nada de nada: solo pajas y mamazos: así somos.
3 comentarios:
Exquisita relación del encuentro...lástima que el único partido en el que atesoré el doblete quedase cojo...
Tercer tiempo breve, mas gustosísimo...
¿Y los goles de la semana pasada?
Y mi hat-trick
Quiero mejorar mi media... auuuuu
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