Cambiamos de pista, cambiamos de rival, cambiamos de juego y ... perdimos. Algunas cosas no cambian, es de agradecer.
El partido amistoso, bueno más bien amigable, comenzó con un 2-0 cuando todavía no habíamo salido de los vestuarios. Algunos estábamos atándonos las botas, mentras los chicos de Zemos´98 se las estaban poniendo a nuestra salud.
Con una temperatura ambiente de 50º Centígrados, con nuestras zapatillas a punto de la ebullición, conseguimos remontar la pendiente "himaláyica" en la que se había convertido el encuentro. Un 3-2 a nuestro favor era suficiente para esperar plácidamente el partido y poder perderlo con tranquilidad en cinco minutos. Un 4-3 a favor de Zemos´98 fue el resultado final, tres lipotimias, dos calambres, cientos de dolores musculares y media docena de pajaritos fritos en el tercer tiempo. Ahí sí que ganamos... más cervezas, más caracoles, más tiempo en la cancha... Si es que la veteranía, cuando el tercer tiempo está en juego, es un grado.
Esperemos que para el próximo partido el umbral del dolor aumente y mejoremos en la parcela del sufrimiento.
1 comentario:
grandísima crónica. Hoy la venganza
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